Roxana Botta estuvo entre las primeras seis personas que contrajo el virus covid-19 en la localidad de Isla Verde. A partir de su experiencia conocemos de qué manera se contagió y cómo cumplió su aislamiento al lado de su madre, de 85 años. “Pedí un lugar para aislarme y no exponer a mi mamá, pero era tarde, porque ahí me enteré que 72 horas antes ya empezamos a contagiar. No tuve ningún síntoma, algo que me avise”.
En su etapa de aislamiento, la población le brindó todo tipo de ayuda de manera desinteresada: algunas personas le llevaron tortas a la puerta de su casa; otros le escribieron para hacer mandados y pagar sus cuentas, también le ofrecieron terapias como a través del reiki, y hasta las misas realizadas por el Padre Ignacio (cura sanador rosarino). “Nunca nos sentimos solas”, dice Roxana con un evidente agradecimiento.